En ocasiones, la vida puede parecer una montaña rusa emocional y situacional. Cuando todo parece desbordarse, es normal sentirse abrumado y sin saber cómo actuar. Pero no te preocupes, existen estrategias que podrás utilizar para mantener la calma y enfrentar cualquier situación desafiante. En este artículo te presentaremos algunas herramientas útiles que te ayudarán a lidiar con momentos de crisis y a salir fortalecido de ellos.
Acciones en desesperación
Cuando nos encontramos en una situación difícil, es común que recurramos a acciones en desesperación que pueden empeorar aún más la situación. Aquí te presentamos algunas de ellas:
- Ignorar el problema: Al no enfrentar el problema, este puede empeorar y crecer hasta ser aún más difícil de manejar.
- Tomar decisiones impulsivas: En vez de pensar con calma y evaluar las opciones disponibles, podemos tomar decisiones apresuradas que pueden tener consecuencias negativas a largo plazo.
- Aislarse: En vez de buscar ayuda de amigos, familiares o profesionales, podemos aislarnos y tratar de resolver todo por nuestra cuenta, lo que puede aumentar nuestra sensación de desesperación y agravar la situación.
- Auto-medicarse: Recurrir a sustancias como el alcohol o las drogas puede parecer una solución temporal para escapar de la realidad, pero pueden tener efectos negativos a largo plazo y empeorar la situación.
- Negar la realidad: Al negar la realidad y no aceptar la situación en la que nos encontramos, podemos impedir nuestro propio progreso y crecimiento personal.
Controlando mi ira: Consejos prácticos
En momentos de estrés y tensión, es común perder el control de nuestras emociones y sentir ira. Sin embargo, es importante aprender a controlarla para evitar situaciones desagradables y perjudiciales para nosotros mismos y para los demás.
Para lograr controlar la ira, es necesario seguir estos consejos prácticos:
- Identifica los desencadenantes: Reconoce qué situaciones o personas te hacen sentir más ira y trata de evitarlas o prepararte emocionalmente para enfrentarlas de manera más tranquila.
- Aprende a respirar: Cuando sientas que la ira está llegando, realiza respiraciones profundas y lentas para reducir la tensión y el estrés.
- Habla contigo mismo: Utiliza frases positivas y de autocontrol para tranquilizarte y evitar reacciones impulsivas.
- Busca alternativas: En lugar de reaccionar con agresividad, busca alternativas para resolver el problema de manera pacífica y respetuosa.
- Pide ayuda: Si sientes que no puedes controlar la ira por ti mismo, no dudes en pedir ayuda profesional.
Sintiendo el juicio de los demás
Cuando nos encontramos en una situación difícil o desafiante, a menudo sentimos que los demás nos juzgan o nos critican. Esta sensación puede ser abrumadora y puede afectar nuestra capacidad de manejar la situación de manera efectiva. Aquí hay algunos puntos importantes a tener en cuenta para manejar el juicio de los demás:
- Reconoce tus sentimientos: es importante ser consciente de cómo te sientes cuando sientes que estás siendo juzgado por los demás. ¿Te sientes triste, enojado, avergonzado o ansioso? Reconocer tus emociones te ayudará a manejarlas de manera efectiva.
- No te tomes las cosas de manera personal: a menudo, cuando los demás nos juzgan, no tiene nada que ver con nosotros. Sus comentarios pueden ser el resultado de sus propias inseguridades o problemas internos. No te tomes las cosas de manera personal y trata de no reaccionar de forma exagerada.
- Concéntrate en tus fortalezas: en lugar de preocuparte por las críticas de los demás, concéntrate en tus fortalezas y en lo que puedes hacer para manejar la situación de manera efectiva. Enfócate en lo que puedes controlar y deja de lado lo que no puedes controlar.
- Busca apoyo: hablar con un amigo o un ser querido puede ayudarte a procesar tus sentimientos y a sentirte menos solo en la situación. También puedes buscar apoyo en grupos de apoyo o terapia.
Controlando pensamientos negativos anticipatorios
Los pensamientos negativos anticipatorios son aquellos que nos llevan a imaginar y preocuparnos por situaciones que aún no han ocurrido y que en muchos casos, ni siquiera son probables que ocurran. Estos pensamientos pueden generar ansiedad, estrés y desesperanza, lo que puede llevarnos a sentir que todo está desbordándose.
Para controlar estos pensamientos, es importante:
- Identificarlos: Presta atención a tus pensamientos y reconoce cuándo estás anticipando situaciones negativas.
- Cuestionarlos: Pregúntate si estos pensamientos son objetivos y realistas, o si estás imaginando cosas que no son probables que ocurran.
- Reemplazarlos: Una vez que hayas identificado y cuestionado tus pensamientos negativos, reemplázalos con pensamientos más realistas y objetivos. Por ejemplo, si estás preocupado por un proyecto en el trabajo, en lugar de pensar «seguro que fracasaré», piensa «he trabajado duro en este proyecto y he hecho todo lo posible para que sea exitoso».
- Practicar la atención plena: La atención plena puede ayudarte a estar presente en el momento presente y a no preocuparte por el futuro. Prueba técnicas como la meditación y el yoga para ayudarte a estar más presente y enfocado.
En pocas palabras, cuando todo parece desbordarse, es importante mantener la calma y enfocarse en encontrar soluciones prácticas. Aprender a priorizar y delegar tareas también puede ayudar a aliviar la carga. Además, es fundamental reconocer cuando se necesita ayuda y buscarla sin miedo. Si bien puede ser difícil, enfrentar y superar situaciones desafiantes nos ayuda a crecer y fortalecernos. ¡Hasta la próxima!