¿Te ha pasado que cocinas una bechamel y al enfriar se vuelve demasiado líquida? No te preocupes, aquí te compartimos algunos trucos para espesar tu bechamel previamente cocida y lograr la consistencia perfecta para tus platillos favoritos.
Espesantes naturales para bechamel previamente cocida
La bechamel es una salsa básica de la cocina francesa que se utiliza como base para muchas recetas, desde gratinados hasta lasaña. Una de las principales dificultades al trabajar con bechamel es lograr la consistencia adecuada. A veces, después de cocinar la salsa durante un tiempo prolongado, puede perder su espesor y volverse demasiado líquida. En este artículo, te presentamos algunos trucos para espesar la bechamel previamente cocida utilizando espesantes naturales.
Harina
Uno de los espesantes más comunes para la bechamel es la harina. Si la salsa es demasiado líquida, simplemente agrega una cucharada de harina a la salsa y mezcla bien. Cocina la salsa durante unos minutos adicionales hasta que la harina se haya disuelto y la salsa se haya espesado.
Maicena
La maicena es otro espesante natural que se puede utilizar para la bechamel previamente cocida. Mezcla una cucharada de maicena con una cucharada de agua fría hasta que se forme una pasta. Agrega la pasta a la salsa y mezcla bien. Cocina la salsa durante unos minutos adicionales hasta que la maicena se haya disuelto y la salsa se haya espesado.
Queso rallado
El queso rallado también se puede utilizar para espesar la bechamel previamente cocida. Agrega una taza de queso rallado a la salsa y mezcla bien. Cocina la salsa durante unos minutos adicionales hasta que el queso se haya derretido y la salsa se haya espesado.
Caldo de pollo o verduras
Si la salsa es demasiado líquida, puedes agregar caldo de pollo o verduras para espesarla. Agrega una taza de caldo a la salsa y mezcla bien. Cocina la salsa durante unos minutos adicionales hasta que la salsa se haya espesado.
Técnicas para recuperar la consistencia de la bechamel
Existen varias técnicas para recuperar la consistencia de la bechamel previamente cocida:
1. Agregar leche caliente: Si la bechamel está demasiado espesa, puedes agregar un poco de leche caliente y mezclar bien hasta que se integre. Es importante agregar la leche caliente gradualmente para evitar grumos.
2. Usar un batidor de varillas: Si la bechamel tiene grumos, puedes usar un batidor de varillas para mezclarla vigorosamente y romper los grumos.
3. Agregar un poco de caldo: Si la bechamel está muy espesa y quieres darle un sabor extra, puedes agregar un poco de caldo de pollo o de verduras y mezclar bien.
4. Mezclar con una batidora: Si la bechamel está muy espesa y ninguna de las técnicas anteriores funciona, puedes mezclarla con una batidora de mano para obtener una consistencia más suave y uniforme.
Recuerda que es mejor agregar los líquidos gradualmente para evitar que la bechamel se vuelva demasiado líquida. Con estas técnicas, podrás recuperar la consistencia ideal de tu bechamel previamente cocida.
Errores comunes al espesar la bechamel previamente cocida
1. No calentar la bechamel previamente cocida antes de agregar el espesante: Es importante calentar la bechamel previamente cocida antes de agregar el espesante, ya que de lo contrario, el espesante no se mezclará correctamente y quedará con grumos.
2. No mezclar suficientemente: Al agregar el espesante, es necesario mezclarlo suficientemente para evitar que se formen grumos. Si no se mezcla lo suficiente, la bechamel quedará con una textura irregular.
3. Agregar demasiado espesante: Si se agrega demasiado espesante, la bechamel quedará muy espesa y pastosa. Es importante seguir las medidas recomendadas en la receta y agregar el espesante poco a poco para obtener la textura deseada.
4. No dejar reposar la bechamel después de agregar el espesante: Después de agregar el espesante, es importante dejar reposar la bechamel por unos minutos para que el espesante se mezcle correctamente y la textura se asiente.
5. No usar un espesante adecuado: Es importante utilizar un espesante adecuado para la bechamel, dependiendo del plato que se esté preparando. Por ejemplo, si se está haciendo una salsa blanca para pasta, se puede usar maicena o harina, pero para una lasaña, es mejor usar una mezcla de queso ricotta y huevo.
Con estos trucos para espesar bechamel previamente cocida, podrás preparar tus recetas con la textura perfecta y sin preocuparte por el resultado final. Recuerda siempre tener a mano los ingredientes necesarios y seguir los pasos detalladamente para lograr el éxito en tus preparaciones. ¡Anímate a probarlos y sorprende a tus comensales!
Esperamos que estos consejos te hayan sido de utilidad. ¡Hasta la próxima!